EL PADRE JORGE BERGOLIO EN EMIGRANTES -- HOY SS FRANCISCO
lunes, 9 de junio de 2014
Texto de las palabras del Papa Francisco en el encuentro interreligioso por la paz
Ciudad del Vaticano, (Zenit.org) Redacción | 2435 hits
En los jardines del Vaticano hoy se ha celebrado una oración por la paz, convocada por el papa Francisco en su viaje a Tierra Santa. Al concluir la ceremonia en la que cada una de las delegaciones rezó según su creencia religiosa, el Santo Padre recordó que "para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra. Se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a la hostilidad; sí al respeto de los pactos y no a las provocaciones; sí a la sinceridad y no a la doblez. Para todo esto se necesita valor, una gran fuerza de ánimo".
Y recordó que "hemos intentado muchas veces y durante muchos años resolver nuestros conflictos con nuestras fuerzas, y también con nuestras armas; tantos momentos de hostilidad y de oscuridad; tanta sangre derramada; tantas vidas destrozadas; tantas esperanzas abatidas... Pero nuestros esfuerzos han sido en vano". Y concluyó: "Ahora, Señor, ayúdanos tú. Danos tú la paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz. Abre nuestros ojos y nuestros corazones, y danos la valentía para decir: «¡Nunca más la guerra»; «con la guerra, todo queda destruido». Infúndenos el valor de llevar a cabo gestos concretos para construir la paz".
A continuación las palabras del santo padre Francisco:
Señores presidentes
Los saludo con gran alegría, y deseo ofrecerles, a ustedes y a las distinguidas Delegaciones que les acompañan, la misma bienvenida calurosa que me han deparado en mi reciente peregrinación a Tierra Santa.
Gracias desde el fondo de mi corazón por haber aceptado mi invitación a venir aquí para implorar de Dios, juntos, el don de la paz. Espero que este encuentro sea el comienzo de un camino nuevo en busca de lo que une, para superar lo que divide.
Y gracias a Vuestra Santidad, venerado hermano Bartolomé, por estar aquí conmigo para recibir a estos ilustres huéspedes. Su participación es un gran don, un valioso apoyo, y es testimonio de la senda que, como cristianos, estamos siguiendo hacia la plena unidad.
Su presencia, señores presidentes, es un gran signo de fraternidad, que hacen como hijos de Abraham, y expresión concreta de confianza en Dios, Señor de la historia, que hoy nos mira como hermanos uno de otro, y desea conducirnos por sus vías.
Este encuentro nuestro para invocar la paz en Tierra Santa, en Medio Oriente y en todo el mundo, está acompañado por la oración de tantas personas, de diferentes culturas, naciones, lenguas y religiones: personas que han rezado por este encuentro y que ahora están unidos a nosotros en la misma invocación. Es un encuentro que responde al deseo ardiente de cuantos anhelan la paz, y sueñan con un mundo donde hombres y mujeres puedan vivir como hermanos y no como adversarios o enemigos.
Señores presidentes, el mundo es un legado que hemos recibido de nuestros antepasados, pero también un préstamo de nuestros hijos: hijos que están cansados y agotados por los conflictos y con ganas de llegar a los albores de la paz; hijos que nos piden derribar los muros de la enemistad y tomar el camino del diálogo y de la paz, para que triunfen el amor y la amistad.
Muchos, demasiados de estos hijos han caído víctimas inocentes de la guerra y de la violencia, plantas arrancadas en plena floración. Es deber nuestro lograr que su sacrificio no sea en vano. Que su memoria nos infunda el valor de la paz, la fuerza de perseverar en el diálogo a toda costa, la paciencia para tejer día tras día el entramado cada vez más robusto de una convivencia respetuosa y pacífica, para gloria de Dios y el bien de todos.
Para conseguir la paz, se necesita valor, mucho más que para hacer la guerra. Se necesita valor para decir sí al encuentro y no al enfrentamiento; sí al diálogo y no a la violencia; sí a la negociación y no a la hostilidad; sí al respeto de los pactos y no a las provocaciones; sí a la sinceridad y no a la doblez. Para todo esto se necesita valor, una gran fuerza de ánimo.
La historia nos enseña que nuestras fuerzas por sí solas no son suficientes. Más de una vez hemos estado cerca de la paz, pero el maligno, por diversos medios, ha conseguido impedirla. Por eso estamos aquí, porque sabemos y creemos que necesitamos la ayuda de Dios. No renunciamos a nuestras responsabilidades, pero invocamos a Dios como un acto de suprema responsabilidad, de cara a nuestras conciencias y de frente a nuestros pueblos. Hemos escuchado una llamada, y debemos responder: la llamada a romper la espiral del odio y la violencia; a doblegarla con una sola palabra: «hermano». Pero para decir esta palabra, todos debemos levantar la mirada al cielo, y reconocernos hijos de un mismo Padre.
A él me dirijo yo, en el Espíritu de Jesucristo, pidiendo la intercesión de la Virgen María, hija de Tierra Santa y Madre nuestra. Señor, Dios de paz, escucha nuestra súplica.
Hemos intentado muchas veces y durante muchos años resolver nuestros conflictos con nuestras fuerzas, y también con nuestras armas; tantos momentos de hostilidad y de oscuridad; tanta sangre derramada; tantas vidas destrozadas; tantas esperanzas abatidas... Pero nuestros esfuerzos han sido en vano. Ahora, Señor, ayúdanos tú. Danos tú la paz, enséñanos tú la paz, guíanos tú hacia la paz. Abre nuestros ojos y nuestros corazones, y danos la valentía para decir: «¡Nunca más la guerra»; «con la guerra, todo queda destruido». Infúndenos el valor de llevar a cabo gestos concretos para construir la paz.
Señor, Dios de Abraham y los Profetas, Dios amor que nos has creado y nos llamas a vivir como hermanos, danos la fuerza para ser cada día artesanos de la paz; danos la capacidad de mirar con benevolencia a todos los hermanos que encontramos en nuestro camino. Haznos disponibles para escuchar el clamor de nuestros ciudadanos que nos piden transformar nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros temores en confianza y nuestras tensiones en perdón. Mantén encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz.
Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra. Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre «hermano», y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén.
(08 de junio de 2014) © Innovative Media Inc.
Señor, Dios de Abraham y los Profetas, Dios amor que nos has creado y nos llamas a vivir como hermanos, danos la fuerza para ser cada día artesanos de la paz; danos la capacidad de mirar con benevolencia a todos los hermanos que encontramos en nuestro camino. Haznos disponibles para escuchar el clamor de nuestros ciudadanos que nos piden transformar nuestras armas en instrumentos de paz, nuestros temores en confianza y nuestras tensiones en perdón. Mantén encendida en nosotros la llama de la esperanza para tomar con paciente perseverancia opciones de diálogo y reconciliación, para que finalmente triunfe la paz.
Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra. Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre «hermano», y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén.
Y que sean desterradas del corazón de todo hombre estas palabras: división, odio, guerra. Señor, desarma la lengua y las manos, renueva los corazones y las mentes, para que la palabra que nos lleva al encuentro sea siempre «hermano», y el estilo de nuestra vida se convierta en shalom, paz, salam. Amén.
viernes, 28 de junio de 2013
jueves, 9 de mayo de 2013
MISA EN EL DIA DEL MIGRANTE EN EL SANTUARIO
Argentina: Todos
somos migrantes en este mundo
Scritto da P. Juan Carlos Greco, imc
Visite: 988
El
primer domingo de septiembre se celebró la Jornada del Migrante. Este año la
celebración central tuvo lugar en el barrio de La Boca. Consistió en la santa
Misa (11 hs) presidida por el cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ., arzobispo de
Buenos Aires y primado de la Argentina.
La multitud de fieles que asistió a el Santuario de Nuestra Señora Madre de los Emigrantes, situada en el popular barrio de la Boca, colmó el templo y las adyacencias algunos fieles no consiguieron entrar debido a la multitud.
Además de la Jornada del Migrante, se conmemoró los 50 años de la llegada al puerto de Buenos Aires de la imagen de Nuestra Señora Madre de los Migrantes, que se venera en el templo boquense.
La multitud de fieles que asistió a el Santuario de Nuestra Señora Madre de los Emigrantes, situada en el popular barrio de la Boca, colmó el templo y las adyacencias algunos fieles no consiguieron entrar debido a la multitud.
Además de la Jornada del Migrante, se conmemoró los 50 años de la llegada al puerto de Buenos Aires de la imagen de Nuestra Señora Madre de los Migrantes, que se venera en el templo boquense.
El padre
Sante Cervellín, scalabriniano, secretario general de la Comisión Católica
Argentina de Migraciones, que había dirigido con anticipación una invitación
"a los hermanos migrantes de las distintas naciones que se encuentran en
la Argentina", para que concurriesen a la celebración de ese día (muchos
lo hicieron portando sus estandartes, vistiendo sus trajes típicos y llevando
otros emblemas representativos de sus nacionalidades) se manifesto contento por
la respuesta a la convocatoria.
{mosimage} Estuvieron presentes en esta Eucaristía diversos religiosos representando sus comunidades religiosas (Scalabrinianos, Verbitas, Misioneras del Sagrado Corazón, etc) y otros invitados (Nuestra Sra de los Apostoles, Misioneros de la Consolata, etc.), Sacerdotes FIDE Domund que acompañan comunidades migrantes, diversos miembros del movimiento de jóvenes scalabrinianos, entre otros.
El Cardenal Bergoglio manifestó que “los migrantes no son un problema”, y resaltó que para nuestra acción misionera “los migrantes son un desafío”, “una fuerza revitalizadora en nuestra Iglesia local”. “Por eso cuando celebramos el día del Migrante, a mí se me entrechocan dos sentimientos: éste que acabo de decir, de bronca, de dolor porque tantas veces los migrantes son aprovechados y explotados, y el segundo, un sentimiento de gratitud a todos los inmigrantes que vienen a esta patria, a traer su cultura, su riqueza, sus cosas lindas. Estaba mirando el altar. Todos los que estamos en el altar, todos, incluidos yo, o son inmigrantes, o somos hijos de inmigrantes. La gratitud a todos aquellos que vinieron a hacer patria.
La ideas centrales resaltaban que debemos volver a nuestras raíces migrantes, las que formaron nuestra patria. Y no olvidarnos que todos nosotros, hombres y mujeres, somos migrantes en este mundo. Porque nuestra patria esta allá. Como Jesús fue migrante que vino del seno de la Trinidad para caminar con nosotros. Hoy es un día que nos llama a la fraternidad. Hoy es un día que nos llama a acercarnos entre nosotros, y todos tenemos algo de despojados, de migrante dentro nuestro, y como el buen samaritano, que tampoco estaba en su patria, curar las heridas del corazón, crear fraternidad.
Se recordó en un acto seguido la importancia de la acción de la Iglesia a favor de los migrantes y se lanzo la nueva agenda del migrante realizada por el Departamento de migraciones dependiente de la Comisión Episcopal Argentina. Entre discursos, palabras alegóricas y otras se recordaron las palabras del Papa cuando dice "entre los signos de los tiempos reconocibles hoy se pueden incluir las migraciones, como un fenómeno que a lo largo del siglo recién concluido asumió una configuración estructural, transformándose en una característica importante del mercado del trabajo a nivel mundial, como consecuencia, entre otras cosas, del fuerte impulso ejercido por la globalización".
{mosimage} Estuvieron presentes en esta Eucaristía diversos religiosos representando sus comunidades religiosas (Scalabrinianos, Verbitas, Misioneras del Sagrado Corazón, etc) y otros invitados (Nuestra Sra de los Apostoles, Misioneros de la Consolata, etc.), Sacerdotes FIDE Domund que acompañan comunidades migrantes, diversos miembros del movimiento de jóvenes scalabrinianos, entre otros.
El Cardenal Bergoglio manifestó que “los migrantes no son un problema”, y resaltó que para nuestra acción misionera “los migrantes son un desafío”, “una fuerza revitalizadora en nuestra Iglesia local”. “Por eso cuando celebramos el día del Migrante, a mí se me entrechocan dos sentimientos: éste que acabo de decir, de bronca, de dolor porque tantas veces los migrantes son aprovechados y explotados, y el segundo, un sentimiento de gratitud a todos los inmigrantes que vienen a esta patria, a traer su cultura, su riqueza, sus cosas lindas. Estaba mirando el altar. Todos los que estamos en el altar, todos, incluidos yo, o son inmigrantes, o somos hijos de inmigrantes. La gratitud a todos aquellos que vinieron a hacer patria.
La ideas centrales resaltaban que debemos volver a nuestras raíces migrantes, las que formaron nuestra patria. Y no olvidarnos que todos nosotros, hombres y mujeres, somos migrantes en este mundo. Porque nuestra patria esta allá. Como Jesús fue migrante que vino del seno de la Trinidad para caminar con nosotros. Hoy es un día que nos llama a la fraternidad. Hoy es un día que nos llama a acercarnos entre nosotros, y todos tenemos algo de despojados, de migrante dentro nuestro, y como el buen samaritano, que tampoco estaba en su patria, curar las heridas del corazón, crear fraternidad.
Se recordó en un acto seguido la importancia de la acción de la Iglesia a favor de los migrantes y se lanzo la nueva agenda del migrante realizada por el Departamento de migraciones dependiente de la Comisión Episcopal Argentina. Entre discursos, palabras alegóricas y otras se recordaron las palabras del Papa cuando dice "entre los signos de los tiempos reconocibles hoy se pueden incluir las migraciones, como un fenómeno que a lo largo del siglo recién concluido asumió una configuración estructural, transformándose en una característica importante del mercado del trabajo a nivel mundial, como consecuencia, entre otras cosas, del fuerte impulso ejercido por la globalización".
El Padre Jorge Bergolio con el Padre Mario Videla
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2 DE JULIO DE 2008 PAGINA 12
BERGOGLIO DIO MISA POR UN CAMINO ESPINOSO
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PAGINA 12 - 28 DE JUNIO 2008
BERGOGLIO CELEBRARA UN OFICIO JUNTO A ORGANIZACIONES DE CARTONEROS Y VICTIMAS DE LA TRATA
Una misa para los excluidos
Por primera vez, víctimas del tráfico de personas y trabajadores excluidos participarán de una misa “por una sociedad sin esclavos ni excluidos”. Fue convocada por el arzobispado porteño y dos organizaciones que vienen denunciando casos de trata.
Inmigrantes indocumentados, mujeres en situación de prostitución, habituales víctimas de la trata de personas y trabajadores cartoneros participarán este martes, por primera vez en conjunto, de una misa que se celebrará bajo la consigna “Con esperanza, denuncia y compromiso, por una sociedad sin esclavos ni excluidos”. La ceremonia se llevará a cabo el martes y estará a cargo del arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Jorge Bergoglio. Están invitados los sacerdotes de las villas y las monjas que trabajan en la asistencia de víctimas de redes de prostitución. Pero lo inédito de la convocatoria es que fue organizada, en forma conjunta, por el arzobispado porteño y la Cooperativa La Alameda y el Movimiento de Trabajadores Excluidos, dos organizaciones que vienen denunciando casos de explotación y trata de personas en talleres textiles clandestinos y en burdeles.
“Nos une la preocupación por las personas que sufren la esclavitud, la trata y los que son víctimas del tráfico de drogas, que por lo general son los más pobres”, explicó a Página/12 el sacerdote Mario Videla, párroco de Nuestra Señora Madre de los Emigrantes, en el barrio de La Boca, donde se llevará a cabo el encuentro. “Sabemos que estas organizaciones civiles vienen haciendo su trabajo, y la Iglesia lo hace por su lado. La idea es aunar esfuerzos, levantar la voz en conjunto para que las víctimas no se sientan tan solas.”
La propuesta fue del arzobispado, pero a partir de una iniciativa de La Alameda. “Invitamos al cardenal Bergoglio a nuestro acto por el 1º de Mayo, pero como no pudo asistir nos invitó a organizar esta misa”, dijo a este diario Gustavo Vera, presidente de la Cooperativa. Aunque los dirigentes de La Alameda no son creyentes, entre sus seguidores –muchos pertenecientes a la comunidad boliviana– hay muchos católicos practicantes. Por esa razón aceptaron la invitación.
La cooperativa La Alameda y el Movimiento de Trabajadores Excluidos, que nuclea a cooperativas de cartoneros, vienen realizando denuncias contra talleres de costura clandestinos que explotan a inmigrantes indocumentados y los someten en algunos casos a condiciones de reducción a la servidumbre. En los últimos meses, también apuntaron contra locales que funcionan con la fachada de whiskerías pero que presuntamente encubren actividades de prostitución. Las organizaciones aseguran que tanto los talleres como estos locales cuentan con protección policial.
En efecto, hace dos meses realizaron una denuncia penal contra un local ubicado en la Avenida Rivadavia y San Pedrito, en Floresta, y semanas atrás realizaron similar procedimiento en tres boliches de Monserrat, ubicados a tres cuadras del Departamento Central de Policía. El primero sigue abierto. En Monserrat, dos de los locales están clausurados y uno de ellos fue habilitado provisoriamente por la Justicia, pero sigue cerrado.
“Cada vez nos estamos metiendo en escenarios más pesados –advierte Vera–, por eso necesitamos apoyo y ayuda, y nos parece que la Iglesia viene trabajando hace tiempo en estos temas.”
De hecho, en la ceremonia religiosa participarán las congregaciones religiosas de las Hermanas Oblatas y de las Hermanas Adoratrices, que trabajan con mujeres en estado de prostitución y víctimas de la trata en los barrios de Constitución y Flores, respectivamente.
Desde La Alameda sostienen que tanto los talleres clandestinos como los prostíbulos, que operan con la trata de personas migrantes, constituyen “modelos de acumulación de fortunas que ya dejan de ser un tema delictivo para convertirse en una forma de acumulación económica del que está surgiendo una nueva burguesía”, argumenta Vera. Y relaciona esos dos negocios con “el crecimiento del narcotráfico a gran escala, que incluye a buena parte de las escuelas y los boliches de la ciudad, y que en la práctica se está llevando puesta a una generación de adolescentes”.
Cartoneros y costureros ya habían hecho un acto conjunto el 1º de Mayo en el Teatro Verdi, de La Boca, junto a excluidos y esclavizados. Ahora se les suma la Iglesia. El oficio religioso será el 1º de julio, Día de los Derechos de los Trabajadores Migrantes, a las 17, en la iglesia ubicada en Necochea 312, La Boca.
2 DE JULIO DE 2008 PAGINA 12
BERGOGLIO DIO MISA POR UN CAMINO ESPINOSO
Curiosa homilía para cartoneros y prostitutas
Los integrantes de la cooperativa La Alameda le pidieron la misa. Y el cardenal Jorge Bergoglio la aprovechó para insistir en su costado que más explota públicamente: el de la denuncia por la situación social. El motivo era celebrar un nuevo aniversario de la Convención Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migrantes. El mensaje del arzobispo de Buenos Aires estuvo dirigido a un público inusual: cartoneros, mujeres en estado de prostitución, víctimas del trabajo esclavo. Los organizadores eligieron una iglesia comandada por curas villeros, el santuario de Nuestra Señora Madre de los Emigrantes, en La Boca.
Antes de comenzar, Bergoglio hizo una reunión aparte con cartoneros y trabajadores textiles para interiorizarse del tema. Les pidió que no dejen de denunciar y que “tiren para adelante”. Entre el público estaba la defensora del pueblo, Alicia Pierini, y varios integrantes de las congregaciones religiosas que trabajan con los sectores más vulnerables. Para amenizar la espera, una mujer hacía versiones chamameceras de canciones de iglesia con su guitarra. Todos cantaban, hasta los asistentes del cardenal, menos Bergoglio, de rictus serio para la ocasión.
“Tu presencia entre nosotros se hace fiesta popular”, cantaban en la parroquia. Sentado a un costado, con la mirada clavada en el piso, el cardenal esperó a que terminara la música y lectura de los salmos para pararse. Cuando tomó el micrófono, hizo un paralelismo entre el trato que los egipcios les daban a los israelitas y las formas modernas de esclavitud. “Moisés trabajaba cuidando ovejas y tenía un gran sentido de la Justicia, vio cómo un egipcio maltrataba a un israelita y lo mató”, ejemplificó.
Bergoglio recordó que el pueblo judío era migrante, que en Egipto los hacían trabajar el doble, no les daban de comer y les mataban a sus hijos varones. “Parece que esto no sucede más y nos olvidamos que en Buenos Aires también hay hermanos nuestros, migrantes, que tienen que trabajar 20 horas por día, les pagan una miseria y un sánguche de mortadela”, aseguró. Luego recordó que en la asamblea de 1813 se abolió la esclavitud pero ahora, afirmó, “hay más esclavos que antes”. “Dales la fuerza de tu liberación, Señor, perdona nuestros pecados y de quienes explotan”, rogó el cardenal.
Ya sobre el final de su homilía, Bergoglio contó una anécdota reciente. Dijo ver un carro cargado de cartones e intuyó la presencia de un caballo, sabiendo que en la Ciudad está prohibida la tracción a sangre. “Pero no, los que tiraban del carro eran dos niños que no tenían más de doce años. ¿Eso no es tracción a sangre?”, se preguntó y arengó: “Levantemos techos, abramos puertas, gritemos esta libertad, lloremos, a nuestro pueblo le hace falta llorar”.
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PUBLICACION DE SOLIDARIDAD.NET
En agosto del 2008 La misa celebrada por el cardenal Bergoglio, conmemoró el aniversario de la Convención Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migrantes. El lema de la velada fue 'Con esperanza, denuncia y compromiso por una sociedad sin esclavos ni excluidos
NOTICIAS URBANAS 2/JUULIO/2008
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Bergoglio:
en el país hay esclavos
"CUENTO CHINO"
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PUBLICACION DE SOLIDARIDAD.NET
El cardenal Bergoglio denuncia una sociedad con esclavos
En agosto del 2008 La misa celebrada por el cardenal Bergoglio, conmemoró el aniversario de la Convención Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migrantes. El lema de la velada fue 'Con esperanza, denuncia y compromiso por una sociedad sin esclavos ni excluidos
El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, advirtió sobre formas modernas de esclavitud y explotación, al presidir una emotiva Misa para inmigrantes indocumentados, mujeres en situación de prostitución, víctimas de trabajo esclavo y cartoneros en el santuario de Nuestra Señora de los Emigrantes, en el barrio porteño de La Boca.
La misa conmemoró el aniversario de la Convención Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migrantes. El lema de la velada fue 'Con esperanza, denuncia y compromiso por una sociedad sin esclavos ni excluidos'.
La celebración fue convocada por el Arzobispado de Buenos Aires, la Cooperativa La Alameda y el Movimiento de Trabajadores Excluidos, organizaciones que denunciaron casos de explotación y trata de personas en talleres textiles clandestinos y prostíbulos.
El Purpurado consideró necesario "sembrar para el futuro la libertad de los esclavos. Esa libertad que no tienen, esa libertad que nos han hecho creer que teníamos desde el año 1813".
"Nuestro país alberga tratantes de esclavos: Hombres y mujeres que venden y compran personas. Hombres y mujeres que hacen lo mismo que aquellos capataces egipcios con los israelitas: les pegan, los obligan a trabajar más, les sacan los documentos para que no puedan moverse. Todo eso que ustedes saben", indicó.
Según recogió la agencia AICA, el Cardenal Bergoglio aseguró que "acá en Buenos Aires, en la gran ciudad, en esta ciudad cada día más avanzada, también hay hermanos nuestros migrantes que los tienen trabajando 20 horas por día, 18 horas por día, les pagan una miseria y un sándwich de mortadela; que aquí también no le importa a estos egipcios modernos –no tengo nada contra los egipcios de ahora, a estos que hacen el papel de los egipcios de aquella época– estos tratantes modernos, no les importa que se mueran los chicos: pensemos los que se murieron en Caballito quemados en ese taller clandestino porque estaban enrejados".
Tras lamentar que "nadie habló, nadie habló… se olvidó porque estos señores poderosos saben cómo untar ciertas manos", instó a los cristianos a mirar estas realidades de hoy "desde Dios" y "clamar a nuestro Dios: Señor mira a tu pueblo, Señor mira estos hombres y mujeres esclavizados".
"Como somos cristianos también le pedimos a Dios tocar el corazón de estos hombres y mujeres que esclavizan porque ellos también son esclavos. Esclavos de otra cosa: de la codicia, de la soberbia, de la suficiencia, de la maldad. También te pido por ellos pero por sobre todo te vengo a pedir por nuestros hermanos humildes… que son sometidos a esa esclavitud", rogó
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PÁGINA WEB RELIGION EN LIBERTAD
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PÁGINA WEB RELIGION EN LIBERTAD
El cardenal argentino asegura que en su país hay tratantes de esclavos El cardenal Bergoglio denuncia la esclavitud y explotación en Argentina El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, advirtió sobre formas modernas de esclavitud y explotación, al presidir una emotiva Misa para inmigrantes indocumentados, mujeres en situación de prostitución, víctimas de trabajo esclavo y cartoneros en el santuario de Nuestra Señora de los Emigrantes, en el barrio porteño de La Boca. La misa conmemoró el aniversario de la Convención Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migrantes.
(ACI) El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, advirtió sobre formas modernas de esclavitud y explotación, al presidir una emotiva Misa para inmigrantes indocumentados, mujeres en situación de prostitución, víctimas de trabajo esclavo y cartoneros en el santuario de Nuestra Señora de los Emigrantes, en el barrio porteño de La Boca. La misa conmemoró el aniversario de la Convención Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migrantes. El lema de la velada fue "Con esperanza, denuncia y compromiso por una sociedad sin esclavos ni excluidos". La celebración fue convocada por el Arzobispado de Buenos Aires, la Cooperativa La Alameda y el Movimiento de Trabajadores Excluidos, organizaciones que denunciaron casos de explotación y trata de personas en talleres textiles clandestinos y prostíbulos. El Purpurado consideró necesario "sembrar para el futuro la libertad de los esclavos. Esa libertad que no tienen, esa libertad que nos han hecho creer que teníamos desde el año 1813". "Nuestro país alberga tratantes de esclavos: Hombres y mujeres que venden y compran personas. Hombres y mujeres que hacen lo mismo que aquellos capataces egipcios con los israelitas: les pegan, los obligan a trabajar más, les sacan los documentos para que no puedan moverse. Todo eso que ustedes saben", indicó. Según recogió la agencia AICA, el Cardenal Bergoglio aseguró que "acá en Buenos Aires, en la gran ciudad, en esta ciudad cada día más avanzada, también hay hermanos nuestros migrantes que los tienen trabajando 20 horas por día, 18 horas por día, les pagan una miseria y un sándwich de mortadela; que aquí también no le importa a estos egipcios modernos –no tengo nada contra los egipcios de ahora, a estos que hacen el papel de los egipcios de aquella época– estos tratantes modernos, no les importa que se mueran los chicos: pensemos los que se murieron en Caballito quemados en ese taller clandestino porque estaban enrejados". Tras lamentar que "nadie habló, nadie habló… se olvidó porque estos señores poderosos saben cómo untar ciertas manos", instó a los cristianos a mirar estas realidades de hoy "desde Dios" y "clamar a nuestro Dios: Señor mira a tu pueblo, Señor mira estos hombres y mujeres esclavizados". "Como somos cristianos también le pedimos a Dios tocar el corazón de estos hombres y mujeres que esclavizan porque ellos también son esclavos. Esclavos de otra cosa: de la codicia, de la soberbia, de la suficiencia, de la maldad. También te pido por ellos pero por sobre todo te vengo a pedir por nuestros hermanos humildes… que son sometidos a esa esclavitud", rogó.
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Bergoglio pidió que no haya esclavos ni excluidos
Por Redacción Noticias Urbanas / 02 de julio 2008
El arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, dio una misa con fuerte contenido social y de denuncia. Se refirió a las esclavas laborales y sexuales, como a los excluidos que juntan cartón. Además de ONG's estaban los curas villeros y monjas que asisten a víctimas de la prostitución.
La inusual celebración religiosa celebrada por el cardenal Jorge Bergoglio fue solicitada hace poco más de un mes por las ONG’s Alameda y MTE en una reunión personal -y también por carta- al arzobispo de Buenos Aires y titular del Episcopado, Jorge Bergoglio. Éste aceptó la invitación y organizó la misa en respaldo de estas luchas sociales en la iglesia Nuestra Señora de los Emigrantes, que se ubica detrás del hospital Argerich en el barrio de La Boca, exactamente en Necochea 312. Allí estuvo NOTICIAS URBANAS, que fue el primer medio en dar a conocer la misa realizada en el mismo día que Bergoglio se reunió con el vicepresidente de la Nación y presidente del senado, Julio Cobos.
"Gustavo (Vera de La Alameda) y Juan (Grabois del Movimiento Trabajadores Excluidos) vinieron a abrir el techo. Justamente se nos pide abrir el techo y las puertas a la sociedad para gritar esta realidad. Simona (costurera) me decía: terminemos con la esclavitud por lo menos para nuestros hijos", fueron algunas palabras de la homilía pronunciada por Jorge Bergoglio en la misa de este martes 1, que brindó a las costureras que fueron esclavizadas y traficadas, a los trabajadores cartoneros en cooperativas y a las mujeres víctimas de redes de prostitución.
Para el cardenal, que recurrió a su sapiencia, los esclavistas de hoy se asemejan "a los capataces egipcios que hacían lo mismo con los israelitas. Hoy nosotros tenemos que pedir a Dios por los sometidos a la esclavitud y también por los esclavizadores, que son esclavos de la codicia, de la soberbia. Levantemos los techos, abramos los countries, demos el corazón. Nuestros pueblo tiene que llorar". Mientras este mensaje decía, delante de los costureros y cartoneros sentados en primera fila, a su diestra estaban dos curas villeros, Pepe Di Paola y Gustavo Carrara, y el párroco de la iglesia de los Emigrantes, Mario Videla, de la congregación Scaliabrinianos, que se dedican a la asistencia de los inmigrantes pobres.
Entre el público religioso habitual del barrio (allí están las torres Catalinas Sur) había muchos militantes políticos no religiosos de izquierda y progresistas, como también figuras de peso en la Ciudad, como la defensora del Pueblo, Alicia Pierini, protagonista en las denuncias penales tanto por la esclavitud en los talleres textiles como en los prostíbulos y en defensa de los cartoneros cuando fueron desalojados violentamente; y por el lado del Poder Judicial, el magistrado del fuero Contencioso Andrés Gallardo, y el asesor tutelar de Menores e Incapaces, Gustavo Moreno, los dos funcionarios reconocidos por sus fallos a favor de los derechos sociales.
La participación de las organizaciones sociales fue constante. Previo a la misa el líder de la iglesia católica habló personalmente con los costureros, cartoneros y víctimas de la prostitución, por ello su referencia a la historia de Simona. A cada uno le preguntó como había llegado a esa situación, y qué había vivido.
En el acto religioso mismo volvieron a tener protagonistas las ong’s tanto al decir las intenciones "por la paz, para que no haya esclavos y excluidos" también "por el campo", como se pidió acercar las ofrendas al altar y cada uno de los representantes dedicará algunas palabras. Las mujeres asistidas por la Fundación de Susana Trimarco, madre de la Marita Verón, llevaron una tela transparente que tenía las fotos de cinco mujeres desparecidas "Las estamos buscando" dijeron. Las cooperativas cartoneros llevaron una lámina marrón con manos naranjas pegadas "las hicieron nuestros hijos con lo que nosotros recolectamos" y los costureros dejaron las remeras que hacen en su cooperativa textil en el local declarado de uso público en Parque Avellaneda.
El líder de la Iglesia Católica porteña, además, se refirió a las esclavas sexuales diciendo "que no se quiere más redes de prostitución, las mujeres deben ser valoradas", y recordó el reciente caso de mujeres paraguayas traficadas en balsa hacia Misiones. También contó una anécdota de chicos menores de edad tirando de carros como si fueran caballos: "Los vi cuando iba a una iglesia. Me acerqué y los chicos no llegaban a los 12 años".
A la salida de la iglesia, que estuvo colmada, NU habló con la ex secretaria de Culto durante la gestión de Aníbal Ibarra y Jorge Telerman, Alicia Vázquez. "Fue una misa muy esperada, ansiada, por los sectores de la Iglesia con preferencia en los pobres. Significa un aliciente, un estímulo para todos los que hace mucho tiempo vienen trabajando esta temática", contestó Vázquez, que en su paso por el Gobierno editó la biografía del desparecido cura barrendero, Mauricio Silva.
Por lo que contaron tanto fuentes eclesiásticas como de las ONG’s, el tema de la esclavitud y exclusión seguirá tratándose por dos vías. Hacia el interior de la iglesia, el tema volverá en la reunión de la pastoral social que se realizará en septiembre. Allí asisten importantes hombres de la política y empresarios, y para fin de año se intentará realizar una misa ecuménica. Eso no es todo: el cruce de información sobre las redes de prostitución y los traficantes de personas se utilizarán para las causas judiciales.
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CONTINENTAL.AR
El arzobispo de Buenos Aires presidió una misa para inmigrantes indocumentados, mujeres en situación de prostitución, víctimas de trabajo en condiciones de servidumbre y cartoneros. Denunció nuevas formas de esclavitud.
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CONTINENTAL.AR
Bergoglio presidió misa una para prostitutas e indocumentados
| 1 DE JULIO DE 2008
El arzobispo de Buenos Aires presidió una misa para inmigrantes indocumentados, mujeres en situación de prostitución, víctimas de trabajo en condiciones de servidumbre y cartoneros. Denunció nuevas formas de esclavitud.
"Son cuentos chinos que la Asamblea del Año XIII abolió la esclavitud, porque hoy hay más esclavos que entonces", aseveró el cardenal Jorge Bergoglio en el santuario de Nuestra Señora de los Emigrantes, en barrio porteño de La Boca.
El purpurado aseguró que la sociedad protege a los tratantes de personas y denunció la explotación de los migrantes que hacen los "señores poderosos".
"En la Buenos Aires actual hay muchos hermanos migrantes sometidos por señores poderosos que saben bien qué manos untar", aseveró Bergoglio en una misa convocada por el arzobispado de Buenos Aires, la Cooperativa La Alameda y el Movimiento de Trabajadores Excluidos, organizaciones que denunciaron casos de explotación y trata de personas en talleres textiles clandestinos y prostíbulos.
El momento culminante de la celebración eucarística fue cuando las organizaciones convocantes colocaron en el altar, a modo de ofrenda, una red con fotografías de mujeres secuestradas, una lámina con manos dibujadas para denunciar la trata de personas y collages alusivos realizados por los hijos de trabajadores cartoneros.
La misa con motivo del aniversario de la Convención Internacional de los Derechos de los Trabajadores Migrantes, llevó por lema "Con esperanza, denuncia y compromiso por una sociedad sin esclavos ni excluidos".
"Al trabajo y preocupación de la Iglesia, queremos sumarle la tarea de las organizaciones sociales que, con otros métodos, acompañan los sufrimientos de quienes padecen esclavitud, trata o son víctimas del tráfico de drogas, que por lo general son los más pobres", explicó el padre Mario Videla, párroco de templo.
En tanto, Gustavo Vera, titular de la cooperativa La Alameda, dijo que "más allá de las creencias de cada uno hay una cuestión de fondo. Acá hay gente que acumula fortunas con la venta de drogas, con la trata de personas y prostituyéndolas".
Además de personas que padecen estas formas de esclavitud, participaron en la misa religiosas Oblatas y Adoratrices, que desde 1999 trabajan con mujeres en estado de prostitución y víctimas de la trata en los barrios de Constitución y Flores, respectivamente. También un grupo de sacerdotes "villeros", encabezado por el presbítero José María Di Paola, que se solidarizó con este reclamó de los sectores "más desprotegidos" de la sociedad, dijo.
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LA NACION
Miércoles
02 de julio de 2008 | Publicado en edición impresa
Misa de los migrantes
Bergoglio:
en el país hay esclavos
Habló detalleres clandestinos, los
cartoneros y la prostitución
Nuestro país alberga tratantes de esclavos. Aquí hay
hombres y mujeres que compran y venden personas. En la escuela enseñan que la
Asamblea de 1813 abolió la esclavitud, pero "ésos son todos cuentos
chinos". Esas sentencias, denunciadas anoche por el cardenal Jorge
Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, resonaron en el templo de Nuestra Señora
Madre de los Emigrantes, de La Boca.
Lo
escuchaban unas 700 personas, que representaban a trabajadores migrantes,
cartoneros, costureros y mujeres prostitutas pertenecientes al centro
comunitario La Alameda, de Parque Avellaneda, y otras organizaciones sociales.
Bergoglio
aprovechó el aniversario de la Convención Internacional sobre la Protección de
los Derechos de Todos los Trabajadores Migrantes y de sus Familias para volver
a levantar su voz en favor de estas personas, a las que, dijo, "hay que
mirar".
El
cardenal y presidente del Episcopado presidió la misa poco después de haber
sido recibido por el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, junto con el resto
de la comisión ejecutiva del organismo eclesiástico.
En la
misa, Bergoglio pidió "mirar lo que pasa", pero no con una
"mirada social o meramente política, sino mirar con Dios, que llora con
los que ya no tienen lágrimas". A los cristianos les advirtió que Jesús
pide: "Mirame a mí en cada uno de los migrantes"
Recordó
que hace pocos días se difundió el caso de un hombre que cruzaba en balsa desde
Paraguay hasta la Argentina a seis chicas, menores, bajo engaño de encontrar
aquí trabajo y prosperidad.
"¡Cuántos
talleres, cuántos prostíbulos, cuánta cosa que huele -y es- esclavitud!",
exclamó el arzobispo, que comparó la actual situación con el maltrato
propiciado por los egipcios a los judíos relatado en el Antiguo Testamento.
"CUENTO CHINO"
"Uno
estaría tentado de decir que son cosas de la barbarie antigua, cosas que no
pasan más. Pero se olvida de que acá hay personas a las que hacen trabajar 18
horas por día y les pagan una miseria y un sándwich de mortadela", dijo. Y
agregó: "A esos tratantes que hacen las veces de los egipcios de entonces
no les importa que mueran chicos como los que fallecieron en el reciente
incendio de Caballito".
Expresó
que es un "cuento chino" que se haya abolido la esclavitud y que
"la sociedad, de alguna manera, protege a los tratantes y explotadores de
personas". Hoy, dijo, "hay más esclavos que los que había en
1813".
Entre
las ofrendas llevadas hasta el altar se destacó una delicada red de hilo blanco
de la que pendían las fotos de cinco jóvenes secuestradas en distintas
provincias y de las que se sospecha que son víctimas de organizaciones
clandestinas de prostitución. Ellas son Marita Verón, Andrea López, María
Fernanda Aguirre, Florencia Penacchi y Otoño Uriarte.
"Las
estamos buscando", dijeron representantes de la Fundación Trimarco.
Gustavo Vera, presidente ad honórem de La Alameda y docente de profesión, se
ilusionó con que el gesto de Bergoglio sirva para "que la Justicia agilice
los trámites de más de 600 denuncias de talleres clandestinos que hicimos en los
dos últimos años y que están cajoneadas por ahí".
Según el padre Mario Videla,
director del Departamento de Migraciones del arzobispado porteño, "cada
uno de los sectores que estuvieron representados en esta misa -cartoneros,
costureros, mujeres en situación de prostitución y otras víctimas del tráfico
de personas- en algún punto ve vulnerados sus derechos". .
DESGRABACION DE LA HOMILIA DEL CARDENAL BERGOLIO
Desgrabación de la Homilía del Sr. Arzobispo de Buenos Aires Cardenal Jorge Mario Bergoglio s.j. en el Santuario Ntra. Sra. Madre de los Emigrantes con motivo de la celebración Eucarística del Día del Migrante
El pasaje de la carta de San Pablo a los romanos comenzaba con esta frase: “que la única deuda con los demás sea la del amor mutuo” (Rom 13, 8). Es decir, todos tenemos una deuda con los demás: Amar. Amar no es un deporte o solamente una virtud que unos pueden tener y otros no. No es un modo de proceder solamente, es una deuda. Una deuda existencial, de la misma existencia humana.
El que no ama no honra su deuda de persona. Quien no tiene su corazón abierto al hermano de cualquier raza, de cualquier nación, no cumple con su deber, y su vida termina siendo como un pagaré impago y es muy triste terminar la vida sin haber honrado la deuda existencial que todos tenemos como personas. El amor es algo concreto. Los conceptos no se aman, las palabras no se aman, se aman las personas.
El amor, al ser concreto, fija un trabajo concreto en favor de la persona. A favor del otro. Un trabajo, de acercarme al otro, abrir mi corazón al otro. Un trabajo de proximidad, un trabajo de condescendencia al camino del otro. Un trabajo mutuo de los ideales, de los puntos de vista. Es un gran respeto al Amor.
El respeto, es el trato considerado mas hondo a la dignidad de la persona. Hoy, día del migrante, miremos un poco a aquellos que no nacieron en esta tierra. Que vinieron. ¡Que sorpresa! Como el papá o la mamá de alguno de los que estamos aquí. Como mi papá. Vinieron por mucha razones, por necesidad de trabajo, o por persecución ideológica.
Tantas personas vinieron. Hoy debemos preguntarnos como honramos la deuda para con ellos. La deuda del amor, ¿qué hacemos por ellos? Y más en estos días donde la Iglesia quiere mirar al migrante, al migrante joven. Esa multitud de chicos y chicas que se desarraigan de su tierra para echar raíces en la nuestra. Les decimos “Trabajemos juntos para hacer un mundo posible”, (mensaje del Santo Padre Benedicto XVI por la jornada mundial del Emigrado y el refugiado 2008). Un mundo mejor que sea posible, un mundo de confidencia y de amor.
Ojalá pudiera detener aquí mi homilía. Pero la primera lectura del Profeta Ezequiel (Ez 33, 7 – 9), nos dice: “yo te he puesto como centinela”, es decir, a todos nos pone como centinela. Y como centinela tenemos que avisar cuando hay peligro. Antiguamente los centinelas que estaban en las ciudades, veían cuando había un peligro de vida. Para mí hoy corre peligro el cristiano, pues todo cristiano es centinela. Y hoy como cristiano tenemos que decir ¡cuidado! Cuidado que no te quiten la vida. Que no se creen situaciones de xenofobias entre nosotros. Todos sabemos que la xenofobia así se da.
Aquí parece que nadie odia al migrante. Pero está la xenofobia sutil, la que quizás, elaborada por nuestra viveza criolla, nos lleva a preguntarnos: ¿cómo los puedo usar mejor?, ¿cómo me puedo aprovechar de ésta o de éste que no tiene documento?, que entró de contrabando, que no se sabe el idioma, o que es menor de edad y no tiene quien lo proteja.
Si somos sinceros tenemos que reconocer que entre nosotros se da esa sutil forma de xenofobia que es la explotación del migrante. No se en otros lugares del país, no me gusta hablar de lo que no vi o sé. Pero en esta ciudad hay explotación de migrantes y de migrantes jóvenes. Más aun, hay otro escalón, hay trata de migrante jóvenes. Chicas y chicos que son sometidos a la trata o a la esclavitud, del trabajo a presión por dos pesos. A la esclavitud de convertirlos en mulita para transportar droga, a la esclavitud de la prostitución de jóvenes, que no tienen la mayoría de edad. ¡Esto se da en esta ciudad!
Algunos me dicen: “Sí Padre. Es que también los funcionarios no hacen nada”. ¡Vos que haces? Si no haces nada, ¡Chillale!, Reclamales, ¿pero vos que haces? Además de reclamar como hay que reclamar. ¿Pero que haces vos? ¿Cómo saldás la deuda del amor permitiendo que delante a tus ojos estén explotando estos tratantes de migrantes, y mas aun tratantes de jóvenes? Esto se da cerca. ¡Que no vengan con cuentos chinos! ¡Esto se da acá! Yo les confieso: cuando medito en esto, cuando lo veo, perdonen pero lloro. Lloro de impotencia. ¿Que le pasa a mi pueblo, que tenía los brazos abiertos para recibir a tantos migrantes y ahora los va cerrando y ha engendrado en su seno delincuentes que los explota, y los somete a la trata? ¿Qué le pasa a mi pueblo!? Hoy más que nunca necesitamos de centinelas, para que quitemos esto.
No solo no pagamos la deuda del amor, sino que de alguna manera los que no hacemos nada, entre comillas, somos cómplices de este delito tan, tan nefasto como es la explotación, la esclavitud, y la trata en nuestra ciudad. Somos cómplices por nuestro silencio, por nuestro no hacer nada, por nuestro no reclamo a quienes el pueblo ha ungido como responsable para solucionar. Por nuestra apatía.
Esta misa diremos sí a la multitud de jóvenes migrantes. Abramos el corazón, y abramos las entrañas de las manos. Recordemos que hay explotadores explícitos e implícitos. Los que callan y miran para otro lado, son explotadores implícitos. Recordemos que también nosotros, todos somos migrantes por que nadie se queda aquí para siempre y sería muy triste que cuando tenga que mostrar el pasaporte, te digan: “¡debe la deuda de su existencia!”.
Debe la deuda de ser hombre o mujer de bien. Debe la deuda del amor. Por que delante de sus ojos tu hermano era explotado y vos te callaste. Tu hermano era sometido a la trata y vos te callaste, tu hermano era esclavizado y ¡vos te callaste!
La misa es en acción de gracias. Demos gracias a Dios porque nos da su palabra. Pidamos que esa palabra nos mueva. A no ser menos pasivos frente a esta delincuencia que se ha instalado en nuestra ciudad y que mete a nuestros hermanos migrantes, menores de edad, en la picadora de carne.
Que así sea.
Buenos Aires, 07 de septiembre de 2008.
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